SER MATRONA: UNA PROFESIÓN QUE ATRAPA.

Por: Judit Sánchez Sánchez .
Matrona de atención especializada en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo.

Decidí casi por casualidad ser matrona. Nunca antes me lo había planteado, pero mi experiencia en la consulta de pediatría en atención primaria debió despertar esa inquietud y me presenté al examen EIR. Después de presentarme al examen nacional para optar a una plaza de formación, pude durante dos años realizar mi programa formativo como enfermero residente. Tras ello obtuve el título de "Enfermera especialista en ginecología y obstetricia- Matrona" como en España se llama.
Ahora sé que no podría hacer otra cosa.
Entre dudas empecé mi especialidad y en el primer segundo de la primera guardia de una noche calurosa de sábado en un hospital de La Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme, esta profesión me atrapó. Me atrapó como lo hacen las cosas más bellas... Sin avisarte, sin esperarte. Aquello fue como un "síndrome de Stendhal hospitalario", quedé petrificada ante aquel parto. Qué cosas, a mis 6 años de experiencia como profesional de enfermería, quedo plenamente seducida por esta rama de la profesión.
Y desde entonces vivo un romance con la profesión, y pruebo a diario a desvivirme por ella.
La palabra matrona proviene del latín "matrona"  cuya raíz es "mater", madre más el sufijo -ona que quiere decir "el que hace las funciones de madre" y era aquella persona que acompañaba a la madre en el proceso de parto, de ahí que el concepto moderno haya asimilado la palabra "comadrona", que va unida al prefijo co-, de acompañar.
Además del proceso de embarazo y parto y según la definición de la OMS, la matrona está capacitada para acompañar a la mujer encargándose de la salud sexual y reproductiva de la mujer en cualquier etapa de su vida.
Quizás es este aspecto más completo el que más desconoce la sociedad, quizás al escuchar la palabra matrona la  asociemos siempre al parto, y no, la matrona es mucho más. Por eso nos reivindicamos como profesionales formados y preparados para ocupar puestos de trabajo que impliquen la atención directa o indirecta a la mujer en lo concerniente a su salud sexual, asesorando en la adolescencia, informando en planificación familiar, educando en la etapa preconceptiva, siguiendo el embarazo de bajo riesgo, atendiendo el parto normal y el puerperio, cuidando al recién nacido, ocupándonos del programa de prevención de cáncer de cérvix, atendiendo a la mujer en la etapa de la menopausia y muchas otras cosas. Somos más que la "persona que asiste un parto", yo me considero cuidadora de la mujer, en cualquier momento de su vida. Y es algo precioso. Acompañar a un persona en cualquiera de los momentos vitales más importantes de su vida, es digno de orgullo. Por eso considero tan bonita la palabra comadrona, con las madres, sin más, y con todo lo que ello significa.
Descubrir una profesión que "enganche" tanto es uno de mis mayores logros en el plano laboral; me gusta compartir mi entusiasmo y mi romance con ella.


Porque sí, soy COMADRONA.




Comentarios

Publicar un comentario