Mujer e investigación en salud: visibilizando el compromiso.

Por : Clara Vidal Thomàs
Infermera Gabinet Tècnic


El 17 de marzo, con motivo a las actividades enmarcadas en el Día de la Mujer Trabajadora, el Servicio de Salud de las Islas Baleares nos propuso participar en una mesa redonda que llevaba el título de este post. (Por cierto, como dijo la hija pequeña de una buena amiga que vino a vernos: “Mamá, me decías que veníamos a una mesa redonda… Yo solo veo una mesa rectangular” ;-)

Participamos como ponentes Gwendolyn Barceló, Margalida Gili, Magdalena Esteva y yo misma, moderadas por la directora general de Acreditación, Docencia e Investigación, Margarita Frontera.

Cuando se me ofreció participar, lo primero que pensé fue que no me había planteado nunca si había tenido más problemas por ser mujer investigadora. Así que, a partir de ese momento, conjuntamente con Magdalena Esteva empecé a reflexionar. Teníamos poco tiempo —un par de días— para preparar nuestra aportación a la mesa, así que empezamos a darle a la reflexión y a mirar sin demasiada metodología qué se había escrito sobre el tema y qué pensaban las mujeres investigadoras que nos rodeaban o que conocíamos.




En primer lugar nos situamos: somos dos mujeres que nos dedicamos a tiempo parcial a la investigación —Magdalena es médica y yo soy enfermera—, trabajamos en un entorno poco competitivo —nuestras dos compañeras de mesa trabajan en la Universidad—, un entorno con mayoría de mujeres y algo flexible en cuanto a horarios. La investigación nos gusta, pero reconocemos que nos ha implicado e implica dedicación, no se limita solo al horario laboral y es difícil de conciliar con la vida familiar.


Vimos que menos del 6 % de los premios Nobel se han otorgado a mujeres.(1) El 63 % de los españoles cree que las mujeres no valen para científicas de alto nivel y solo el 41 % de los ciudadanos consultados imaginan a una mujer cuando se les pide que hagan un retrato robot de un científico. Las mujeres solo reciben el 18 % de los premios en ciencias de España y ocupan el 20 % de los puestos directivos relacionados.(2)


En nuestro ámbito —la atención primaria de Mallorca—, el 70 % de los profesionales son mujeres, y ocupamos el 87 % de las plazas de enfermera/matrona y el 54 % de las de médico/pediatra. Vimos que la participación en proyectos de investigación ronda el 50 % cada año y que algo más de la mitad de los investigadoras principales son mujeres. ¡No estamos tan mal!




2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
Mujeres
108 (70 %)
105 (72 %)
106 (67 %)
106 (67 %)
149 (58 %)
122 (66 %)
117 (65 %)
Médicas
55 %
50 %
52 %
52 %
58 %
45 %
45 %
Enfermeras y  matronas
39 %
50 %
42 %
42 %
36 %
48 %
54 %
IP mujer /
total
13/26
11/21
10/20
10/17
12/18
14/20
6/12

Fuente: Unidad de Investigación. Gerencia de Atención Primaria de Mallorca. Servicio de Salud de las Islas Baleares.



Así que, con el poco tiempo de que disponíamos, quisimos saber la opinión de algunas compañeras y este fue el resultado: hicimos un quali a lo rápido y sin ninguna metodología, pero que nos sirvió para ilustrar nuestras reflexiones y nos ayudó a reflexionar aun más.


Estas compañeras señalan la importancia del referente, de la exigencia y de la curiosidad y la inquietud necesarias para investigar:


“Me hicieron querer la investigación ya de residente. No sé si como mujer es algo especial a lo que puede ser si eres hombre… Sé que investigar requiere un esfuerzo importante y constante, pero a mí me aporta más de lo que me exige: me ha dado mucho y lo considero una parte especial de mi trabajo. Lo que hacemos en nuestra consulta queda solo en nuestra conciencia y en la de nuestros pacientes —que ya es mucho—, pero los resultados de nuestras investigaciones contribuyen a crear evidencias y forman parte de la ciencia. Mente inquieta siempre investiga.”

Mujer de alrededor de 50 años con hijos
estudiando fuera de casa. Asistencial. Investigadora.



“Durante la residencia conocí a Teresa, adjunta del Servicio de Neurofisiología. Era diferente: después de comer, todos nos íbamos, pero ella se quedaba en el despacho haciendo investigación. Me contagió, hizo que me planteara preguntas sobre el trabajo y buscase maneras de contestarlas. Ha hecho mi profesión más llena y más rica.”

Mujer de 50 años. Investigadora. Salud pública.

Las mujeres llegan mejor a las mujeres:



“Ser investigadora y mujer me ha facilitado investigar, e investigar sobre las enfermeras, quizás porque somos mayoritariamente mujeres. Entre las enfermeras se acepta que la investigadora sea una mujer.”

Mujer de alrededor de 50 años. Investigadora. Asistencial



Los hombres están en los lugares de toma de decisiones. Poder:



“Por ser mujer no creo que tenga ninguna oportunidad específica. Es cierto que cuando te presentas a proyectos nacionales hay una parte de popes importantes que son hombres y quizá de algún modo condicione qué proyectos se seleccionan; en Europa, la situación es la misma. No tengo la percepción de que las dificultades estén ligadas al sexo, sino a los presupuestos, a los equipos más o menos competitivos, etc.”

Mujer de alrededor de 50 años. Asistencial. Investigadora


“A veces he podido sentirme inferior por ser mujer, por el cuestionamiento de algunos compañeros.”

Mujer de alrededor de 40 años, con hijos pequeños. Investigadora



La conciliación familiar es una de las dificultades más señaladas. Las mujeres aportamos cosas diferentes:



“Investigar y, sobre todo, publicar implica dedicar mucho tiempo fuera del horario laboral, y si eres mujer y madre es muy complicado.”

Mujer de alrededor de 40 años, con hijos pequeños. Investigadora



“Pues POR SUPUESTO QUE SÍ, me ha supuesto más esfuerzo por mi condición de mujer, por conciliar la vida familiar, por trabajar con valores femeninos de construir en lugar de competir, por negociar con hombres que siempre creen que el opuesto es el enemigo y te minusvaloran por tu género. En fin…”

Mujer de alrededor de 40 años, con hijos pequeños. Investigadora. Docente



Esta cita nos sorprendió ilustrando la asunción del rol masculino y la necesidad de encontrar un rol femenino que lo sustituya:



“Cuando nuestras hijas eran pequeñas, Edvard y yo decíamos en broma que teníamos que buscar una esposa para que nos ayudara.”

May-Britt Moser, premio Nobel 2014 por descubrir las células
cerebrales que hacen posible que nos orientemos en el espacio



Por último, esta cita de una compañera que decidió retrasar su maternidad para poder realizar su carrera investigadora y con una visión de futuro que nos da esperanza para que se tengan en cuenta esos periodos de maternidad que dificultan la continuación de la carrera investigadora:



“Yo personalmente no, porque retrasé mi maternidad, pero otras con la misma edad tienen menos méritos que los chicos de su edad. Ahora en alguna convocatoria se tiene en cuenta y se descuenta ese tiempo a la hora de comparar.”

Mujer de 50 años. Investigadora



Por todo ello concluimos lo siguiente:

  • Las mujeres tenemos curiosidad, inquietudes, no hacemos preguntas y las queremos contestar.
  • La importancia de los referentes que nos sirven de espejo y nos estimulan.
  • Investigar supone exigencia y esfuerzo, pero nos compensa.
  • La mayor dificultad es la conciliación por la falta de corresponsabilidad.
  • Las mujeres, cuando investigamos, incorporamos valores propios….


Y, sobre todo, que la participación en esta mesa redonda nos ha aportado la oportunidad de reflexionar sobre un tema que no habíamos observado específicamente hasta este momento y que probablemente nos hará mirar la investigación con otros ojos a partir de ahora y fijarnos en
cosas que no hacíamos.





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