Utilizar los resultados de investigación en cuidados Si o Si.

Por: Teresa Moreno Casbas
RN MSc PhD FEAN


  Utilizar deriva de la palabra útil y en una de sus acepciones, según el Diccionario de la Real Academia Española, es: “hacer que algo sirva para un fin”. Según Lavis (1) Se hace una utilización instrumental cuando se aplica directamente el conocimiento para solucionar un problema. Si además el nuevo conocimiento ayuda a comprender mejor una situación se dice que se está haciendo un uso conceptual del mismo y hablaríamos de utilización simbólica cuando los resultados ayudan a respaldar los cuidados que se proveen o los que se dejan de proveer por falta de sustentación.


  Para que un conocimiento generado a través de la investigación en cuidados se utilice es necesario que primero se genere el conocimiento, que posteriormente se difunda con el objetivo de que llegue a las personas que son susceptibles de usarlo y finalmente que estas personas lo conozcan, sepan interpretarlo y en función de su calidad, lo incorporen o no a su práctica clínica habitual.






Estas etapas se llevan a cabo en el ámbito de los cuidados desde hace varias décadas con distinta eficacia (capacidad de alcanzar el efecto esperado tras la realización de una acción), en nuestro entorno.  No todas estas etapas son conocidas por los profesionales que cuidamos a la población y en algunos casos se carecen de las destrezas necesarias para llevarlas a cabo. Pero ¿es necesario que todos los profesionales tengan todas las destrezas?. Yo, personalmente, creo que no. Pero si la pregunta fuese ¿es necesario que todos estos profesionales lean críticamente las publicaciones de su ámbito de trabajo para poder hacer un uso conceptual y simbólico del mismo?, la respuesta seria SI, rotundamente SI.

  Consecuentemente, yo creo que todos los profesionales implicados en la provisión de cuidados debemos leer y saber interpretar lo publicado en las revistas científicas y otros canales de difusión poder valorar los aciertos, los errores y los modos en que se presenta la información, intentando tener una posición propia frente a los resultados presentados, contrastando lo que se afirma leyendo otra bibliografía o fuente que trate el mismo tema. Para ello tenemos que tener en cuenta que habrá dedicarle más tiempo.

  Leer, leer, leer, leer de forma crítica, tomar decisiones y consecuentemente modificar nuestra práctica clínica con el único objetivo de proveer a la población los mejores cuidados disponibles.



  1. Examining the role of health services research in public policymaking. Lavis JN, Ross SE, Hurley JE, Hohenadel JM, Stoddart GL, Woodward CA, Abelson J. Milbank Q. 2002;80(1):125-54.

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